Es muy triste como cosas, que antes eran motivo de gran alergia y felicidad ahora se convierten en desgracia. Con dolor en el corazón, veo como ahora se a cambiado el nacimiento de una criatura en motivo de tristeza; siendo que antes era algo muy deseado. Donde los hombres lo anhelaban porque estaba conformando su descendencia, su heredero, su legado en este mundo, ahora los ves huyendo como si fuera una maldición. Se ha cambiado de motivo de orgullo en motivo de vergüenza.
Tristemente cuando se enteran que una pareja tiene un hijo o más de un hijo en vez de felicitarlo ahora se está volviendo común escuchar ¡pobres! Se tiraron la vida, ¡huy no! y ¿ahora que van a hacer? ¡pobrecitos!. Esto me hace preguntar en que instante se paso del orgullo del rey león mostrando su hijo ante toda la selva, a ser motivo de huir y esconderse.
Dando una mirada a nuestro mundo podemos ver un elemento que aunque primeramente pareciese que no tiene que ver, si lo tiene y en gran manera. La humanidad quiere ahora vivir despreocupada, sin compromisos, en una aparente libertad que se vuelve libertinaje y eso tan solo termina dañándola y no solo al individuo como tal, sino a personas a su alrededor.
Esteban un día que viajo al mar vio que los pescaditos no eran libres, “ se la pasan encerrados en el agua” pensó Esteban; así que fue, se invento una red con un colador y atrapó el pescadito y le dijo: Sé libre! Y dejandolo en la arena para que corriera feliz, tristemente el pescadito murio.
Muchos queremos ser libres como ese pescadito. Pero la verdadera libertad va enmarcada dentro de unos parámetros que garantizan nuestra supervivencia. Por eso vemos ahora relaciones de una noche, donde ni el nombre te conozco pero compartiré contigo toda una vida de SIDA. Parejas quieren comerse el pastel antes de la boda. Por eso llega la noticia ¡Estoy embarazada! Y lo que era bendición ahora parece una desgracia. Pensamientos llegan de tristeza, de desilusión, de temor, ¡me tiré la vida! Que hago! Facil ¡Aborto! El hombre por otro lado se siente en maraton y espera la señal para salir corriendo.
Si las cosas las hiciéramos dentro de los parámetros, si siguiéramos las corrientes del mar y no encayáramos saltándonos los principios, que distinto seria. Dentro de cada mujer está el deseo de formar un hogar, de unos hijos; dentro de todo hombre hay un deseo de ser el protector, de dejar un legado. Pero si no aguardas y quieres el pastel antes de la boda de seguro te indigestarás. Espera a que en el matrimonio seas uno con tu pareja y preparen todo esperar la bendición de un hijo en tu vida. Vale la pena esperar, seguir los pasos, vivir el compromiso. Porque te llenará de satisfacción ver a tus hijos crecer en un hogar que tiene todo lo que tu no pudiste tener.
Ahora si ya están embarazados antes de tiempo no dejes que el pensamiento del aborto tome fuerza en tu mente. ¡Es una vida! Imagina que tu mejor amigo o amiga no existiera porque sus padres decidieron abortar, que tu hermano no estuviera porque ya tenemos muchos hijos, o que tú no existieras porque para tu madre fue más fácil decir: aborto.
Piensa en esto: nada igualara la sonrisa de aquel pequeñito, que te diga mami o papi, verlo crecer, como aprende, verlo dormir, que sea un deportista como tu o que un dia que estés triste sientas ese pequeño abrazo que te reconforta; que cuando ya estes anciano lleguen tus hijos con tus nietos alegrando tu día. Un hijo, una hija es una total bendición, no solo para ti, sino para todos los que te rodean, y además. ¿qué padre no desea ser abuelo a su debido tiempo?. Aguarda tan grande bendición y si ya la tienes disfrutala y aprovecha cada instante que puedas con ella.
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