Noches y días pasan. En donde sucede siempre lo mismo; las mismas personas en los mismos lugares y haciendo las mismas cosas. Maquinas encerradas dentro de las preocupaciones de su mente. Esas mismas preocupaciones que los hacen vivir en un interminable afán. Angustia por el nuevo día. Angustia, porque al terminar el mismo, todo sigue igual. En la mente de las personas solo existe su mundo. Y viven tan encerrados en su mundo, que si se llega a cambiar una cosa, por pequeña que sea, para ellos será el fin de todo. Se acostumbran tanto a su monotonía que dan por inexistente cosas que están frente a ellos, dejan de ver y hacer cosas que en la mayoría de ocasiones puede servirles de ayuda.
El día de hoy es una replica del pasado. Correr para salir, correr por el transporte, correr por el trabajo, correr para llegar a la casa. Tanto correr, para no ver que detrás del transmilenio en el que me fui mas apretado que una salchicha, viene otro mas desocupado. ¿Que es esa cosa tan importante?, ¿que debemos hacer?; que no nos permite esperar; sino que entramos apretando e incomodando a las personas, quedando contra la puerta con la mitad de la maleta fuera del transmilenio. ¿Me pregunto cual será la gran diferencia entre irme ya ó esperar cinco o diez minutos a que llegue el otro transporte? Muchas personas dirán que van tarde para una Cita o para el trabajo y por ese motivo no tenían tiempo de pasar el puente peatonal o por eso sobrepasaron la velocidad permitida.
Pero pensemos detenidamente, si vamos tarde, no habrá mucha diferencia en llegar cinco minutos después. De todas maneras vamos tarde. Esta situación me recuerda una historia que escuche acerca de un botones, que después de muerto seguía cargando y descargando maletas, porque estaba tan metido en eso que ni siquiera se había dado cuenta que ya se hallaba muerto. ¿Será que a muchas personas les sucede lo mismo? estar atrapados eternamente dentro de un sueño creado por su egocentrismo. Ese diario vivir, en el que corremos para todo, pero nunca llegamos a la meta. Nunca encontramos lo que necesitamos porque como todo humano, no disfrutamos lo que poseemos, sino que sufrimos por lo que no tenemos. Aunque se dice que somos libres no lo percibo así; somos esclavos del tiempo, de los problemas, del quehacer de todos los días, de lo mismo años tras año.
0 comentarios:
Publicar un comentario